sábado, 28 de marzo de 2009


A menudo los niños me sorprenden con su capacidad de estar  atentos  a todo estimulo que reciben, no es raro oir decir a los adultos, que son como esponjas que absorben todo lo que ven y oyen. Mi hija de tan solo 4 años jugaba un día con sus muñecas mientras que veíamos un reportaje en la televisión por cable (porque lamentablemente la programación nacional es un asco hoy día) sobre el calentamiento global, dentro de los comentarios que el locutor hacia, refería al uso indiscriminado, irresponsable, a un elemento que es parte esencial de nuestra vida: el agua, menciono muchas formas de ahorrar. Mi niña que jugaba entretenida con sus muñecas abstraída supuestamente de todo, interrumpió de pronto nuestra atención cuando sentó en hilera  a sus muñecas y las envió a lavarse las manos no sin antes advertirles con un tono bien serio que el agüita es para lavarse y no para jugar, porque cuando  se bota se acaba y no habrá nunca mas y nos moriremos todos de sed… durante ese momento me quede pensando en como una  niña de tan solo 4 años había comprendido tan bien el mensaje y como hasta el día de hoy permanece en su conciencia la simple acción de ir al baño y lavarse la manos sin botar demasiada agua en juegos.

Los adultos, nosotros, los llamados a tomar decisiones hemos perdido eso, la capacidad de oír, de escuchar, de asimilar,  de relacionar y de imaginar… principalmente lo ultimo, el locutor no mencionó en ningún momento, como consecuencia a la sequía, ni falta de agua, pero ella pudo hacer la relación de perder agua, con “morir” de sed, donde perdimos semejante conciencia los adultos! Porque no aprovechamos eso que los niños tienen y porque no luchamos por conservar esa pequeña pero gran maravilla de sus cerebro llamada imaginación, porque reprimimos ese don tan preciado para la humanidad que hace que podamos ponernos en el lugar del otro, obviamos que  ese simple acto nos lleva  a respetar y  valorar lo que tenemos. Los niños son el futuro  llamado a tomar las decisiones, no dejemos que la sociedad, esta misma sociedad y suciedad que nosotros construimos con un mundo bombardeado de videojuegos, comida chatarra, computadores y encierros en uno u otra aula, apague ese don de la imaginación, pues a mi modo de percibir es la única esperanza, para que nuestro niños en un futuro no tan distante tomen la mejores decisiones. Decisiones que se tomaran no con las manos en los bolsillos, sino por el bien común de los habitantes de este planeta.

 Los científicos hemos caído en un submundo como una orbe pequeña, casi autista, que solo trabaja para si mismo y muchas veces para alimentar egos propios, lejos quedaron los filántropos y soñadores, los luchadores que miraban al mundo como un todo y no por segmentos. A eso debemos volver, a pensar que si dañamos al todo, el todo se destruirá. No juguemos a ser dioses, juguemos a ser niños y vivir con el mundo y no sobre el mundo.

 Lección del GAIA, quizás sea un buen comienzo para comenzar a entender a nuestro planeta.

Claudia

No hay comentarios:

Publicar un comentario